Hablar de sostenibilidad es una tendencia mucho más creciente que el hecho de practicarla y si es en el mundo de la moda, todavía se nota más.
Todos tenemos claro que hay marcas de moda con un ADN 100% sostenible y esas sí que conectan con un público concienciado y dispuesto a anteponer sus principios por encima del precio, pero la gran realidad del sector (y por realidad nos referimos a las ventas), es que los conceptos lowcost y contrarios a la sostenibilidad, son los más populares entre los consumidores.
Ahora es cuando toca hablar de Shein y su efecto en el mercado nacional.
En 2023, su cuota sobre el mercado total de la moda (online y offline) se estimó en un 2.5%, pero es que, además, en 2024 el sector moda no creció y sin embargo Shein duplicó sus ventas.
¿Cuáles han sido los efectos más inmediatos en el sector?
- La reacción de las grandes marcas, como Zara, que se ha orientado a mejorar la experiencia del consumidor gracias a que tiene la capacidad de sinergia entre su tienda online y sus tiendas físicas. Esto suma más desafío para el comercio independiente.
- Pérdida de público joven para todas las marcas, principalmente lo han notado más aquellas que operan en online, ya que es el canal principal de Shein, aunque ya está abriendo también tiendas físicas.
- Tendencia de las marcas a reposicionarse con estrategias “made in spain” y “sostenibles”, pero este camino no es sencillo.
Nos parezca bien o no, el hecho de que una marca como Shein líder el sector de la moda nacional, es lo que hay y conviene analizarlo desde el origen, es decir, desde el consumidor.
El público más vinculado a Shein es el público joven, según Kantar, el 65% del público tiene menos de 30 años y la franja empieza en 16. Esto nos lleva a la siguiente reflexión, ¿no es la generación Z (entre 28 y 13 años) la que está considerada como la más activista en sostenibilidad?
Sí, es cierto que es una generación con fuertes convicciones sostenibles y así se hace ver en las redes sociales, pero también es la que menos presupuesto tiene para consumo, así que, con cierta frecuencia, una vez al mes según Nielsen, deja a un lado estas convicciones y compra en Shein.
De todas formas, vamos a dar tres datos esperanzadores sobre estos consumidores jóvenes:
- España está muy por debajo de otros países europeos en lo que se refiere a frecuencia de compra en Shein. Esto se puede interpretar como que “pecamos”, pero menos. En UK casi es el doble, pero aún así se queda muy lejos de Estados Unidos; el mayor consumidor de Shein, que representa el 28, 2% de las ventas del gigante chino.
- Marcas españolas como Nude Project, con un enfoque lejos del lowcost, crece gracias a esta generación, demostrando que hay fórmulas para competir con Shein o casos como el de The Are, que no solo es marca española (Valencia), sino que además produce también en local y muestran una línea clara y evidente de que la generación Z sabe valorar el producto y quiere consumir siendo fiel a sus principios.
- Por último, es la generación que nos está mostrando el camino para desarrollar las nuevas tiendas físicas y es que, sí que quieren comprar en comercio físico, porque valoran poder tocar el producto (casi más que otras generaciones donde esto era lo normal) y valoran también el hecho de poder llevárselo al instante (otra cosa que el online no permite), pero exigen tiendas con “contenido” (algo como entrar en un Instagram o en un Tiktok físico). Pero lo que no toleran es esperar o que no quede de aquello que han ido a buscar.
En conclusión, el consumidor no quiere acabar con el planeta, pero no todos están dispuestos o no se pueden permitir pagar más por ello.
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